lunes, 15 de noviembre de 2010

[Volvamos al hogar de la Concordia] // RESUMIR UNA HISTORIA TAN CONFLICTIVA



Caminando estoy en tus calles estrechas,
caminando distraído, ardiendo, oscuro, extasiado.

El viento acerca nuestros pensamientos,
peina tus cabellos al nacer el nuevo día.
Uno, dos, tres extensos; diez minutos encadenando mis ansias.
No existe noche oscura en el mar de Pimentel.
No existe distancia corta – en
estas calles estrechas. Palabras, música. Pasos, recuerdos.

Volvamos al hogar de la Concordia.
A recorrer el silencio del pasillo.
Adubel me espera como otros días entre las escaleras,
con la serenidad con la paciencia que cocina los fideos.

E leído,
la prosa hermosa de Gide, de su pequeña Alissa;
junto a ellos voy soñando. Soñando en el campo antiquísimo,
soñando en Santa Cruz, en el empedrado que delimita tu casa paterna.

¡Regrésame pronto a mi hogar!, la paz de sus ojos grandes,
piel blanca.

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